Será el próximo mes cuando se cumpla el Bicentenario de la marcha de los
franceses de nuestra provincia, tras un periodo de ocupación que fue de
febrero de 1810 a agosto de 1812; pero dadas las festividades que se
acumulan en la capital en agosto, incluyendo la propia feria, con calle
Larios y la Plaza de la Constitución ocupadas para estos menesteres, no
ha habido más remedio que adelantar esta conmemoración, cuya
organización ha corrido a cargo de la Asociación Histórico Cultural
“Teodoro Reding”, participando con ella en el acto, la Guardia Salinera
de San Fernando, Voluntarios de Madrid, Asociación Británica de
Gibraltar, colectivos napoleónicos de Bailén, y la Asociación Torrijos
1831, con su recreación Regimiento de Infantería de Línea “Fijo de
Málaga”.
Las diferentes recreaciones históricas entraron en columna desfilando
por calle Larios bajos los sones de tambores y pífanos, a las 12´30 de
la mañana del sábado 28 de julio. Formadas las recreaciones en parada
frente al edificio que sustituyó en la Plaza de la Constitución a la
antigua Casa Consistorial, la pieza de artillería hábilmente manejada
por los artilleros de Bailén realizó varias descargas, que indicaban los
prolegómenos del acto. Lo inició el conocido periodista de “La Opinión
de Málaga”, Alfonso Vázquez, tan comprometido con la historia de la
ciudad. A continuación tomó la palabra el presidente de la Asociación
organizadora del evento, Jon Valera, que explicó las secuencias del acto
y el trasfondo histórico de la salida de los franceses, para terminar
dando valor a los acontecimiento que llevaron al acatamiento de la
Constitución de 1812 en nuestra capital. Después, se dirigió al público
el secretario de la Asociación Torrijos 1831, Esteban Alcántara, que
reseñó la importancia de la celebración de este día en la capital por lo
que supuso para su historia. Tomó la palabra el cónsul de Suiza y
diversos colectivos relacionados con la Asociación “Teodoro Reding”, así
como políticos como Gemma del Corral del P.P. y Manolo Hurtado del
PSOE. Se procedió más tarde a la inauguración de una lápida en honor a
la Constitución de 1812, cuyo texto en facsímil fue regalado por la
asociación organizadora a los invitados y recreaciones participantes,
para después llevar a cabo en un simbólico acto de “paz entre las
naciones”, con el izado de las banderas al son de los himnos de los
estados de Gran Bretaña, Francia, Suiza, Polonia y España, cerrándose el
acto con nuevas descarga de artillería y fusilería.